Acondicionarán el Mirador del Castillo y la Casa de la Maita, dos espacios de singular valor arquitectónico en Molina de Segura

Las obras, cuyo presupuesto supera los 600.000 euros, serán financiadas al cincuenta por ciento por la Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Transportes y el Ayuntamiento del municipio

La Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Transportes ha suscrito un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Molina de Segura para el acondicionamiento del Mirador del Castillo y la Casa de la Maita.

El presupuesto de las obras de mejora de ambos espacios públicos, ubicados en el barrio del Castillo, asciende a 632.828, importe que será financiado al cincuenta por ciento por la Consejería de Obras Públicas y el consistorio molinense.

El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Transportes destacó que “esta actuación, que también implica una mejora importante del Mirador del Castillo y la zona verde del entorno, tiene como objetivo la conservación del patrimonio arquitectónico de la Región, dentro de nuestra apuesta de colaboración con los ayuntamientos”.

La casa de la Maita, que fue adquirida por el Ayuntamiento en el año 2005 por su singular valor arquitectónico, alberga importantes restos arqueológicos. Así, con su rehabilitación se consigue valorizar el elemento más significativo conservado de la Molina medieval, ya que dentro de la actual vivienda se conservan, en parte, el alzado de la torre del homenaje de la alcazaba almohade y un aljibe de época moderna.

Para el consejero Ballesta la firma de este convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Molina de Segura “supone completar la recuperación que está experimentando el barrio más antiguo de Molina, en el que se está rehabilitando el conjunto de espacios culturales próximos a la muralla árabe en la antigua fábrica de Maximino Moreno, además de la estructura de la muralla en sí; dos actuaciones importantes para los ciudadanos residentes en este municipio”.

Por último, José Ballesta subrayó que la firma de este convenio de colaboración por parte de la Consejería y el Ayuntamiento “se traduce en un compromiso con la herencia cultural de la Región, y con la transmisión del legado arquitectónico a futuras generaciones de murcianos, una de las prioridades del Gobierno regional en materia de rehabilitación”.

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